Para entender las complejas relaciones, dependencias y tensiones entre la educación, la sociedad, la cultura, y ahora Internet, podemos echar de un saber llamado pedagógico. Ojo, no se trata de la didáctica únicamente, ya que muchas veces pedagogía y didáctica se asumen como idénticas. La pedagogía implica a la didáctica que directamente se ocuparía de atender la necesidad sobre ¿cómo aprender?
La pedagogía, dotada de una larga tradición, diversas fuentes, distintos objetos de estudio y variados enfoques cada vez más interdisciplinares –por suerte- se encarga de una amplia gama de interrogantes con las que busca plantear y dar sentido a la acción educativa. La pedagogía es un saber más holista. Por ello, las inquietudes pedagógicas son amplias, van desde las preguntas por el sentido de la educación, para qué; el contexto educativo, dónde; los agentes educacionales, con quién; los contenidos educativos, qué; los materiales que los soportan, con qué; las secuencias de aprendizaje, cuándo; las metodología didáctica –ya vista-, cómo y la pregunta sobre la evaluación.
Pero hoy la pedagogía se encuentra ante la exigencia de analizar, a través de estas interrogantes, los procesos educativos –en más amplio sentido de la palabra- que discurren en los márgenes de virtualidad. No se trata de una moda o un producto del marketing educacional, sino más bien de cubrir una necesidad teórica y práctica de repensar la educación en la “capa virtual” que, con notable rapidez y profundidad, se está hibridando en nuestro desarrollo social y cultural como condición de aprendizaje.
No obstante, esta pedagogía virtual, e-pedagogia o pedagogía del mundo virtual –el término será anecdótico frente al concepto- está en construcción y, literalmente, cada día hay algo nuevo por conocer. Por ello este camino no es llano, ni recto, ni mecánico. La hipótesis de trabajo es que la construcción de este lenguaje pedagógico sobre la educación en los márgenes virtuales no consiste en trasladar o traducir la pedagogía actual y aplicarla al mundo virtual.
¿Por qué no nos serviría toda la pedagogía actual? Porque la potencial pedagogía virtual se construye –la hipótesis de fondo- sobre un modelo de sociedad con utopías sociales diferentes, se sustenta en condiciones tecnológicas con amplio significado en los sistemas de producción y con valor real en las vidas de las personas, con flujos de comunicación y autocomunicación masivos, horizontales y abiertos, con modelos y rutinas culturales disruptivas a los sistemas de interacción y creación, con territorialidades no centrales y fijas, con representaciones híbridas de la realidad… es decir, ¿cómo representar el aprendizaje es estas condiciones? En buena parte de esta respuesta se haya implicada la pedagogía virtual.
Sensibilizado por la idea anterior, y atendiendo la invitación del Servicio de FormaciónPermanente de la Universitat de València, me animé a repensar y desarrollar –por no decir encarar- el reto del curso “e-pedagogía en la Sociedad Red”. No sé si es el mejor título para un curso, pero en definitiva me ha servido para recuperar, reorganizar y ampliar la información sobre las cosas que vengo desarrollado desde hace tiempo. El producto tangible ha sido este curso, un esbozo de algo donde hay mucho que trabajar.
En este curso, dirigido a profesores de la Universitat de Valéncia, asumí que el reto no era usar una herramienta web concreta para mirar con nuevos ojos las asignaturas que los docentes de distintas disciplinas iban a dar en el curso 2012-2013, sino más bien buscar comprender su sentido sociocultural y, desde ahí, enriquecer la mirada docente con elementos propios de la cultura digital educativa. Por ello me plantee tres objetivos:
Definir y dar respuesta a las distintas interrogantes que caracterizan el desarrollo pedagógico en la Sociedad Red, la e-pedagogía.
Comprender que la innovación en educación no consiste sólo en la aplicación de herramientas web, sino en la creación de una cultura educativa en red.
Repensar la práctica docente desde la cultura digital educativa buscando enriquecer la programación curricular con enfoques, modelos, actividades y recursos en red.
Lo que aquí presento son bocetos, tal cual, de esta e-pedagogia que busca aportar, si cabe, en la construcción añadiendo algunos trazos y dando algunas pinceladas en ese mural global y heterogéneo de construcción.
De aquí que mi mirada en el curso se haya centrado en plantear y debatir algunas de las interrogantes que mueven esta epedagogia. Por ello, para cada día prepararé una presentación que planteaba las preguntas que me había propuesto desarrollar:
¿Para qué aprender? Educación y Sociedad Red
¿Dónde aprender? Reconfiguración del entorno educativo: lugar-nodo
¿Cómo aprender? Estructuras didácticas no lineales: MOOC y PLE
¿Con quién aprender? Nuevos agentes como condición social de aprendizaje
¿Con qué aprender? Recursos educativos abiertos
Resumiendo, el eje central de una e-pedagogía en la Sociedad Red no es la herramienta, sino ¿qué hacer con las funciones socioculturales que añade a la educación? Y aquí andamos, pensando igual que al inicio del curso.
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