Ya tenemos las laptop, ahora hace falta la pedagogia

Perú, al igual que otros países en Iberoamérica, se ha lanzado a la incorporación de la TIC en la escuela a través del Programa “Una Laptop por Niño” (OLPC). Este programa ha generado mucho debate desde que empezó a germinar la idea que, dicho sea de paso, además de cuestionar los beneficios de su relativo bajo coste, se enfocan a los asuntos de uso pedagógico, pertinencia social y cultural y de competencia profesional para su aprovechamiento. Sin duda el debate no sólo tiene que ver con la incorporación de una herramienta en el perímetro de la escuela peruana, el fondo es una llamada de atención sobre la emergencia de una cultura, la digital, que compartirá un contexto social que tienen diversas necesidades educativas que atender, como es el caso del "mundo" andino, amazónico o urbano marginal en las grandes ciudades.

El paso está dado, y es bueno, pero hay que ver cómo mejorarlo desde miradas distintas a las tecnocráticas. El área de penetración (en la imagen de arriba) tiene previsto distribuir estas computadoras personales a unos 300 mil escolares en la intrincada geografía peruana. Según señala el Ministerio de Educación, este programa, “Una laptop por niño, aplicado en las zonas rurales, ha significado un cambio dramático en la calidad de vida, no sólo de niños peruanos de menores recursos, sino de comunidades enteras del país. Añadió que las primeras mediciones al respecto muestran mejoras en los niveles de comprensión lectora del orden del 100% por encima del promedio nacional, y un aumento del 50% en variables relacionadas con la motivación intrínseca, es decir, el deseo de aprender".

Bueno, a ver si tanta belleza es verdad y si realmente todos estos beneficios son atribuibles a las PC o son la fuerza de correlaciones de otras variables. No obstante, creo que también se debe ver como educativo las otras dimensiones socioculturales que envuelven a la escuela y, particularmente, este proceso de adopción de una nueva herramienta. Por ello, además del éxito cuantitativo, seria bueno inaugurar una línea de investigación cualitativa, como la etnografía virtual o la etnografía educativa, que pueden darnos una idea -más densa- de la complejidad de estos procesos. Estas laptop no reolverán los problemas de la educación, no obstante no ofrecerlas empeorarían la formación... pero, desconocer sus efectos socioculturales añadirían confusuion sobre su pertinencia y efectividad educativa, más si hablamos de un país, como Perú, de "todas las sangres".

Para tener una idea del Programa, se puede ver un par de videos videos promocionales del Ministerio de Educación del Perú.