26 de octubre de 2008

Internet no es un biblioteca, pero...

Contrariamente a lo que se piensa y dice, Internet no es una biblioteca stricto sensu. Es común que muchos asocien a Internet, en virtud de su gran capacidad para almacenar -y distribuir- diverso tipo de información a escala mundial, con una gran biblioteca o, incluso algunos más entusiastas, como la “Gran Biblioteca”, la nueva Alejandría. No obstante existen diferencias entre un gran repositorio de datos, como puede ser Internet, y una fuente de información, como es una biblioteca. Ambos casos son formas diferentes de ordenar el contenido sociocultural y, como tal, ofrecen dos canales de acceso diferenciados; veamos.

Aunque se pueden alegar "Diez razones por las que Internet no sustituirá a las bibliotecas tradicionales", nosotros queremos anotar únicamente dos respecto a la diferencia entre Internet y las bibliotecas. Primero, en torno a la validez y confiabilidad del contenido, ya que mucho de lo circula por la red no pasa por filtros adecuados que contrasten la calidad de lo que se publica así como tampoco tenemos certeza sobre la autenticidad de quien lo hace, es decir, no sabemos mucho de las fuentes de lo que se escribe ni de la los autores que lo hacen. Segundo, en torno a la indización, puesto que no todo está en la red y la mayor parte de la información relevante es de pago, no figura -o no tiene porque figurar como en China- en los archivos del “Gran Hub” o, simplemente, no existe buscador alguno que pueda revelarlo. En una biblioteca, no obstante, existen otros mecanismos y se actúa bajo mejores criterios con los que se reduce la incertidumbre que anotamos sobre Internet.

Sin embargo, si Internet no es una biblioteca, tampoco existe duda de que pueda albergarla. Tanto la educación presencial y virtual necesitan de recursos válidos, confiables e indexados que puedan proporcionar condiciones para el aprendizaje. Internet es un entorno favorable para generar estos espacios especializados de acceso a la información, es más, creemos que es una de las principales formas de añadir a Internet el tan reclamado componente educativo, eso sí, en materia de acceso a la información ya que la comunicación nos abre a otros planteamientos.

Al respecto es bueno anotar la existencia de dos buenos ejemplos de bibliotecas en Internet -o bibliotecas digitales- que ayudarán a mejorar la calidad de la información en la red, uno producto de la iniciativa de la UE y el otro alentado en España, pero ambas de orden global ya que se “alojan” en la red. La primera es Europeana, la Biblioteca Digital Europea, una biblioteca en línea cuyo piloto estará listo en noviembre y del que se espera seleccione lo mejor de la cultura en Europa, y la otra es la Biblioteca Escolar Digital, proyecto del Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas (CITA) de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, que ha trabajado en una herramienta destinada a la comunidad educativa (profesores, alumnos y padres) para que compartan, utilicen, creen, difundan, evalúen y recomienden materiales educativos digitales de calidad, todo esto de forma pública, abierta y gratuita.

Ambos son dos formas bibliotecarias de pensar la red.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Cristobal y hola a todos:

Es cierto que Internet no es una biblioteca en el sentido e imagen que tenemos de las bibliotecas, por educación, costumbre y convicción. Y en ese sentido, las diferencias se acercan, aunque no son las mismas, a las que podemos percibir entre el papel y la virtualidad, o sea, entre lo que tiene límites y lo que no lo tiene. Pero, si pensamos en la biblioteca borgeana, la de Jorge Luis Borges, la de Babel (para nuestro escritor argentino), los conceptos sobre lo que es una biblioteca frente a los cambios que nos propone INTERNET se amplían, se difuminan, se muestran en revisión. ¿Y si en lugar de comparar a Internet con las bibliotecas que conocemos, empezamos a pensar en nuevos conceptos de biblioteca?

Anónimo dijo...

Hola de nuevo:

Soy la del priemr comentario. No pude identificarme (no recuerdo un dato...). Mi nombre es Haydée Nieto de la Universidad del Salvador de Argentina; por eso, mi referencia a Borges.
Saludos a todos.

Cristóbal Suárez Guerrero dijo...

Hola Haydeé
Que bueno verte, hace tiempo, desde la USAL, que no sabia nada de ti.
Al respecto, en la metáfora de universo que usaba el querido Borges, existían características definitorias en su descripción: espacios hexagonales, mínimo de símbolos ortográficos o eternidad... incluso el no tener normas ya es un criterio y eso quería mostrar en la comparación de estos dos espacios, los criterios con los cuales se segmenta el conocimiento en ambos espacios de información, Internet y las bibliotecas. Sin duda, surgirán nuevos criterios de reordenamiento pero donde creo que la validez y la confiabilidad seguirán siendo importantes, por no decir, angulares. En fin, en internet o fuera de ella y como lo dejaba ver en un cuento de Borges, lo más importante no será la realidad, sino la hipótesis sobre ella… y ahí va tu comentario.
Saludos cordiales,
Cristóbal

franmacías dijo...

Internet también es una biblioteca, entre otras cosas. Su artículo reduce el concepto de Internet a lo que se conoce como WWW o simplemente web, pero no olvide otras posibilidades de la red como el correo electrónico,ftp, irc,...
La comparación no deja de ser un juego figurativo, pero en esencia tres objetivos básicos están presentes tanto en la bibliotecas como en Internet: almacenar,clasificar y compartir.

Cristóbal Suárez Guerrero dijo...

Hola Fran
El tema de la interacción, cuando hablas del e-mail corresponde al potencial comunicativo de la red (Persona-Máquina-Persona), mientras que el de biblioteca, o el sentido que trato de atender en mi texto, hace alusión a una relación Persona-Máquina. Ambos son complementarios, obviamente, pero la dimensión comunicativa abre muchos, y más complejos, procesos educativos, báasicamente entender la interacción como condición social de aprendizaje. El sentido de mi texto está claro: no confunfir ambos entornos aunque tengan en parte procesos similares. Existen cosas que las bibliotecas comunes no pueden hacer mientras que con la red es posible, no se trata de matar el teatro con el cine pero, eso si, saber que nos ofrecen cosas diferentes.
Cristóbal