1 de junio de 2009

¿Las tres virtudes?

Al saber, al conocimiento y a la cultura, las tres virtudes de nuestro tiempo, se puede –se debe- oponer críticamente sus respectivas antítesis. Existen muchos ensayos al respecto pero hemos encontrado una publicación que puede hablarnos tanto de la ignorancia, el desconocimiento y de la inculta como ángulos desde donde mirar con asombro la actual sociedad, sus flujos e influjos tecnológicos.

Se trata del libro, descargable oline, titulado “La Sociedad de la Ignorancia y otros ensayos”, editado por Infonomia en el marco del proyecto la Segunda Edad Contemporánea. En sus tres capítulos, Antoni Brey (Sabadell, 1967), que desarrolla La Sociedad de la Ignorancia: Una reflexión sobre la relación del individuo con el conocimiento en el mundo hiperconectado; Daniel Innerarity (Bilbao, 1959), que trata sobre La Sociedad del Desconocimiento y Gonçal Mayos (Vilanova de la Barca, 1957), con La Sociedad de la Incultura: ¿Cara oculta de la sociedad del conocimiento?, nos ofrecen una mirada diferente sobre la normalidad… Ahora mismo estoy con el libro, pero ya me animo a recomendarlo.

En la contratapa del mismo se invita a los lectores del siguiente modo: “Asistimos, desconcertados y fascinados a la vez, al nacimiento de nuevas formas de comunicación que constituyen una revolución comparable a la aparición del habla, la escritura o la imprenta, que están transformando ra­dicalmente el mundo que nos rodea y que nos sitúan en el inicio de un nuevo período histórico, la Segunda Edad Contemporánea… Ante ese escenario, y pesar de las grandes expectativas generadas en cuanto a las potencialidades de las nuevas sociedades en red, debemos peguntarnos: ¿Vamos hacia una Sociedad del Conocimiento o más bien nos encamina­mos sin remedio hacia la Sociedad de la Ignorancia?”. Vale la pena echar otra mirada.

2 comentarios:

D. Yonathan Ruiz E. dijo...

A juzgar por el título del libro, la temática inferida se yergue aplastante. Vivimos en la era de lo efímero y bajo la derrota del pensamiento. ¡Alguien tiene que mirar las cosas de frente y llamarlas por su nombre!

Mauro dijo...

A mi gusto, un tanto apresurada la afirmación de Yonathan...los apocalípticos de la derrota del pensamiento deberían entender que los cambios en las tecnologías de la palabra traen cambios en el pensamiento porque también cambia la forma como construimos conocimientos. Estamos dejando atrás una era, llamémosle la modernidad si se quiere, cuyos cimientos se erigen sobre el modo de pensamiento ligado a la escritura pero más precisamente a la imprenta y al libro: ahí encontramos la fuente de aquel nuevo dios moderno, la razón.
Hoy estamos ante cambios y transformaciones; hay cosas que nos gustan más que otras, pero solo podremos construir un estadío superador si agudizamos la crítica y las estrategias de intervención en la educación, la cultura, la sociedad sin renegar de las TIC.
O el mercado hará lo que siempre hizo.