7 de noviembre de 2010

Mente, más allá del concepto de computadora húmeda


Con mucha costumbre se usa la metáfora tecnológica para hablar de la mente como un potente ordenador o, más precisamente, como la “computadora húmeda”.  Hay mucho más que operaciones lógicas y procesos de cálculo de información en la mente, ese órgano misterioso dentro de otro y fértil en emociones.  Antonio Damasio, en su nuevo libro "Y el cerebro creó al hombre" busca explicar cómo el cerebro construye la mente, esto es, ¿cómo puede el cerebro generar emociones, sentimientos, ideas y el yo? Este conocimiento es básico no solo para la vida, sino para entender un proceso tan dúctil, plástico y dinámico como es el aprendizaje.

Cuando nos adentramos a entender y promover el aprendizaje en el aula o en cualquier otro entorno, como el virtual, la explicación pedagógica se salta con frecuencia revelaciones sobre cómo es la mente para la neurociencia. Nos hace falta este saber científico sobre la mente para decidir sobre procesos de aprendizaje. Por ello su inclusión en el currículo de formación docente, como en la agenda pedagógica, debería ir a la misma velocidad con que se hacen nuevos hallazgos neurocientíficos. 

Como preámbulo de ello aquí dejo algunas líneas seleccionadas de la entrevista que hace El País a Damasio; lo hago a modo de autoexigencia personal:

No puedes aprender a emocionarte, a estar triste, alegre, compasivo, todo eso ya está en el cerebro. Pero el grado en el que esas emociones se expresan puede educarse, aprender a modularlas.

Hay animales muy inteligentes que no pueden modular sus emociones. La modulación de las emociones humanas es producto de la cultura. Es una consecuencia de la conciencia.

... Uno regula los latidos del corazón, la circulación de la sangre, la presión sanguínea, las defensas, la digestión, el sistema hormonal… y no podemos interferir. La homeostasis nos aleja de estar muy calientes o muy fríos... La otra homeostasis es social, nos permite tener justicia, prosperidad, economía, partidos políticos, medicina y tecnología. Sin conciencia, nunca podríamos haber creado la homeostasis social. No tendríamos cultura…

La emoción es un programa de acciones. El sistema nervioso humano, o cualquier sistema nervioso, se involucra en una serie de acciones para protegerse... Luego está la lectura de esa acción. Cuando percibes lo que está sucediendo en tu cuerpo, cuando tienes esa emoción, entonces surge el sentimiento. Emocionar es actuar. Sentir es percibir. Ambas cosas están relacionadas. Una emoción en líneas generales es un sentimiento, pero se refiere a la acción, mientras que el sentimiento es la percepción de esa acción.

El comportamiento humano está organizado en capas. Cuando hacemos algo, o alguien nos hace algo, cada capa suscita una reacción, algunas de las que somos conscientes y otras no.
Es ahí (en el tallo cerebral) donde se elaboran los retratos de los sentimientos más primarios. Y todo lo que allí sucede es redibujado en la corteza cerebral.

Si destruyes la parte posterior del tallo cerebral en humanos, destruyes la conciencia. Entras en un estado vegetativo del que quizá nunca te recuperes. Es una parte muy importante del cerebro que genera conciencia. Si pierdes algunas partes del encéfalo, o ciertas partes de la corteza cerebral, como la corteza media posterior, vas a perder la conciencia. Son partes muy importantes para construir el sentimiento de sí mismo, de ser consciente, del Yo autobiográfico. 

(Einstein) Solía explicar que, en su trabajo teórico, cuando se enfrentaba a un problema que necesitaba resolver, lo hacía en términos de éxtasis al sentir si algo era correcto o no. O si algo resultaba hermoso, como una ecuación.

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